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¿Qué es el mal de ojo?¿Mito? ¿Realidad?

Si deseas saber lo que es el mal de ojo, su origen y a quienes afecta, sigue leyendo y descubre los aspectos más importantes de esta interesante creencia, estudiada y descrita por antropólogos de todo el mundo.

¿Qué es el mal de ojo?

El significado del mal de ojo se refiere a la acción de enviar energías o deseos negativos a una persona o incluso a algún elemento.

El mal de ojo tiene como objetivo enviar malas vibraciones de forma consciente o inconsciente. Puede ser causado por personas “expertas” y que tienen un objetivo específico; según algunos autores, hasta causar enfermedad en una persona o incluso accidentes.

Además de poderse producir por una persona como tal, existe la creencia de que también puede ser enviado por objetos, animales o deidades.

La mirada suele ser el principal medio para practicarlo, sin embargo, también se habla de expresión verbal (halagos), pensamientos o contacto físico.

Generalmente, las personas que reciben el mal de ojo no son conscientes de esto y por tanto quienes creen en esta acción suelen utilizar algún tipo de protección, como el Ojo Turco, la mano de Fátima y otros elementos muy variados.

Estos amuletos son utilizados por las personas en forma de talismanes con diferentes formas o funciones (pendientes, colgantes, pulseras, imágenes, anillos, etc.) pero también son ubicados en sitios estratégicos de la casa o establecimientos comerciales para protegerse de las energías negativas que puedan transmitir personas que ingresan a estos lugares.

Sinónimos de mal de ojo.

Aunque este es el nombre con el que más se identifica, también se conoce con los siguientes nombre comunes:

  • Mala suerte.
  • Maleficio.
  • Hechicho.
  • Maldición.
  • Conjuro.
  • Ojear.
  • Aojamiento.
  • Fascinación.

Síntomas del mal de ojo.

Los síntomas puede ser muy variados e inespecíficos. Según la creencia popular, las personas afectadas pueden presentar tanto síntomas físicos como psicológicos:

  • Problemas del tracto gastrointestinal.
  • Alteraciones de la piel.
  • Problemas relacionados con el sueño y el descanso.
  • Debilidad y fatiga.
  • Pérdida de fuerza.
  • Depresión.
  • Y un largo etcétera de manifestaciones diversas.

Lo más recomendable, es dirigirse a un médico ante la presencia de cualquier síntoma inespecífico, ya sea físico o psicológico y asesorarse por profesionales, para descartar cualquier trastorno orgánico que pueda ser importante y se pase desapercibido al considerar los síntomas como producto de la magia y los hechizos.

Son bien conocidas las historias de quienes han pagado grandes cantidades de dinero o han abandonado un tratamiento, tras ser engañados por personas que sin ninguna experiencia, atribuyen estas molestias, síntomas o enfermedades al mal de ojo o a un hechizo.

Historia.

El mal de ojo es algo que ha existido desde hace mucho tiempo, desde antes de cristo.

Se ha descrito desde el antiguo Egipto hasta Turquía, Grecia, Asia central y el occidente de China.

Desde tiempos antiguos se ha creído en la existencia y en el poder que tiene la mirada para transmitir poder o energía hacia otras personas.

La idea del mal de ojo parte de la creencia de que la mirada es el reflejo del alma de las personas y por tanto es tan poderosa que, a través de ella, se puede transmitir lo que sintamos o deseemos hacia otro ser o incluso otros elementos.

Parece que los griegos fueron los primeros en atribuir este poder a los ojos ya que, se basaban en la creencia del poder de Medusa, estes ser mitológico que convertía en piedra a quienes la miraban a los ojos.

Mal de ojo en bebés.

Dice la tradición, que los bebés son más sensibles a sufrir los efectos negativos del mal de ojo.

Los niños recién nacidos suelen ser protegidos con ojos turcos en una tobillera para prevenir el mal de ojo ya que, según las creencias turcas, están más expuestos a recibir “halagos” y miradas de extraños.

Las malas energías pueden ser transmitidas al niño debido a la envidia, los celos o la mala relación con sus padres. Incluso se habla de que el niño puede presentar algunos signos como diarrea, llanto sin razón, vómitos o pérdida de apetito.

Normalmente, al niño se le coloca una pulsera de color rojo (relacionado con el amor) en su muñeca izquierda para protegerlo y también se puede incluir un ojo turco en la pulsera

Protección contra el mal de ojo.

Para protegerse contra el mal de ojo suelen usarse ciertos amuletos dentro de los cuales están el ojo turco, manillas o tobilleras de colores específicos que pueden incluir elefantes o la mano de Fátima. Todos estos amuletos sirven como protección contra el mal de ojo y se pueden llevar en forma de diferentes accesorios.